Grooming


Podemos definir Grooming  conjunto de estrategias que una persona adulta desarrolla para ganarse la confianza del menor a través de Internet con el fin último de obtener concesiones de índole sexual. Hablamos entonces de acoso sexual a menores en la Red y el término completo sería child grooming o internet grooming. Desde un acercamiento lleno de empatía y/o engaños se pasa al chantaje más cruento para obtener imágenes comprometidas del menor y, en casos extremos, pretender un encuentro en persona. El daño psicológico que sufren niños, niñas y adolescentes atrapados en estas circunstancias es enorme.
Resultado de imagen de grooming

Un problema grande para los más pequeños

Sirva como ejemplo el conocido caso de un pederasta que operaba desde un país latinoamericano. Poseía colecciones de imágenes de más de 70 niñas de diversos países. Diez de ellas eran españolas y sólo constaban denuncias de tres.
Otro dato simbólico son las crecientes operaciones contra la pornografía infantil. A pesar de su comunicación en medios de comunicación con fines disuasorios, los casos son cada vez más abundantes. Es simple, significa que hay mucha demanda de pornografía infantil, esto es, muchos consumidores y muchos menores implicados. La pornografía infantil, en tanto que prohibida, mueve grandes cantidades de dinero y, en consecuencia, llama la atención de “mafias mayoristas” que crean el material, por lo general, en países donde la protección de la infancia no alcanza unas cotas mínimas y existe prostitución infantil. No es nuestro caso, pero ocurre que hay otro tipo de material pornográfico infantil que es el generado por pedófilos y pederastas para su propia satisfacción y como moneda de cambio en los circuitos donde se mueven estas imágenes. Podríamos deducir de todo esto que hay una producción creciente de pornografía infantil que es obtenida, también, por pedófilos particulares y anónimos que se nutren de nuestros hogares.
¿Es lo mismo que pasaba “antes de la Red” o es diferente?
Decir que la Red ha llevado a escala la práctica del acoso sexual a menores podría resultar exagerado… o quizás no. Reflexionemos sobre qué condiciones, a modo de factores catalizadores, se están dando en este nuevo contexto:
A este contexto, se pueden añadir los clásicos problemas anejos a los ciberdelitos como son las dificultades de persecución, las legislaciones diferentes, los medios de investigación precisos o los largos procedimientos “burocráticos”.
¿Qué se puede hacer?
Si se han de elegir dos cosas, sencillas pero efectivas, que los adultos podemos hacer frente a este fenómeno, esta sería mi apuesta:
  • Empecemos por disminuir el uso inadecuado de la cámara web (particularmente recomiendo eliminarla, porque no limita el desarrollo del menor en ningún caso y trae problemas en momentos de engaño o “calentón”). Por supuesto, ni un niños con el ordenador en su habitación y con cámara web. De paso, limitemos la conexión a cantidades y momentos razonables. Es también una cuestión de probabilidad.
  • Dejemos claro al menor que al más mínimo problema debe solicitar nuestra ayuda. No le vamos a abroncar ni a castigar, sino a ayudar. Esto es tan difícil como importante y debemos ser alertados antes de que el chantaje y acoso haya causado mayores daños.



Noticias:
http://www.abc.es/espana/20140822/abci-policia-nacional-acoso-grooming-201408221117.html

Fuente:
http://www.pantallasamigas.net/proteccion-infancia-consejos-articulos/grooming-acoso-a-menores-en-la-red.shtm

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